lunes, 25 de febrero de 2008

Second Life y yo

Como habrán podido comprobar, los que me conocen en Second Life, ahora entro muchísimo menos que antes. Quisiera dar una explicación para saciar la curiosidad de quien la tenga (si alguien la tuviera, tuviese, poséela o poséele).

Desde mis inicios, supe de forma clara que Second Life no es un juego propiamente dicho, aunque se puede jugar en él, es mucho más que eso. Second Life, al contrario que cualquier juego, no provee al usuario de un objetivo claro que deba perseguir para obtener un resultado. No existe competición impuesta alguna, ni factores objetivos que califiquen a nadie “mejor jugador” de Second Life que otros. Second Life, como su propio nombre indica, es un entorno donde puedes construir una segunda vida y ser o hacer lo que quieras, con el único límite de tu imaginación.

En dicho contexto, yo tenía muy claro que necesitaba un objetivo, un propósito, una motivación que me “anclara” a Second Life y que me produjera satisfacción desarrollándola. Basándome en eso, hice mi lema un hermoso dicho que leí en un libro una vez: “El propósito de la vida es una vida con propósito”. Es decir, trataba de saber qué quería ser y hacer en esa segunda vida. Sin un propósito, sabía que no duraría mucho.

Mi primera y única actividad más o menos constante que he tenido, como respuesta a la cuestión anterior, fue la de columnista en un diario de Second Life (SVD: Segunda Vida Diario). Allí pude desarrollar durante casi 3 meses el rol de escritor de columnas de opinión, pero por motivos que no vienen al caso, aquello se acabó hace meses.

De nuevo en el “paro” virtual, he tratado de encontrar mi lugar en la sociedad de Second Life, donde pueda dar tanto como recibir, que mis actos tengan cierto impacto en el contexto donde me muevo y que además me guste. Si quieren que les diga la verdad… aún no he encontrado ese lugar. ¿Falta de imaginación, interés o motivación, quizás? En absoluto. Yo lo achaco más a que estoy tan satisfecho de mis ocupaciones en la vida real, que he llegado a la conclusión que no quiero ser otra cosa, ni si quiera en una segunda vida.

Por todo lo anterior, actualmente soy un mero receptor de estímulos en Second Life, en tanto que lo que recibo es muchísimo más que mi casi nula aportación. Y siendo un observador puro, he descubierto que los estímulos que recibo no son tan distintos de la vida real. Desde mi punto de vista, incluso teniendo en cuenta las maravillas que existen y sin poder imaginarme las que vendrán en un cercano futuro, Second Life es demasiado parecido a la vida real: Consumismo, arte, vicio, cultura, avaricia, altruismo, inseguridad, felicidad, penurias sociales, problemas, problemas de otros, problemas reales, problemas que causan dolor, dolor que se contagia…

Algunos me dirían “¿y las magníficas personas que hay?”: saben donde encontrarme. “¿Y las posibilidades creativas?”: mi trabajo en RL consume mi capacidad creativa totalmente. “¿Y los bellos y originales lugares?”: los blogs de los avatares de Second Life a los que estoy suscrito me tienen informado de ellos, con lo que me ahorro el buscarlos. “¿Y los ratos de ocio, diversión y risas?”: afortunadamente, puedo obtener todo ello en RL con mucha más intensidad.

¿Qué me ata aún a Second Life? ¿Qué motiva que entre aún de vez en cuando? Actualmente sólo hay una cosa: el grupo “Psicologia transpersonal” que cada jueves organiza una charla en Second Life sobre temas de mi interés. Y desde hace varias semanas sólo entro para asistir (¡ojala hubieran más grupos como este!).

Aún me quedan varios artículos de los que publiqué en SVD y que publicaré también en este blog cada cierto tiempo, para mantenerlo vivo durante una temporada más, pero después… no lo sé.

sábado, 23 de febrero de 2008

Negocios sin futuro

OPINIÓN
Negocios sin futuro.
Por: FanSL Oyen (emf010@concluencia.net)
Publicado en el diario SVD de Second Life, el 7/11/2007.

En Second Life hay una gran variedad de negocios, y cada día se crean más. A veces, el ansia por triunfar obliga a ser original y trabajar en un campo novedoso, donde poder ser el primero y no tener competencia. Pero ahí es donde corremos el riesgo que nuestro negocio no tenga futuro, como por ejemplo:

Perfumería: Referente a crear y/o vender perfumes para avatares. ¿Hace falta que explique porqué sería un fracaso?

Prestamista: Alguien podría pensar en hacerse rico prestando lindens y cobrando un interés por ello. Lo malo es que sería probable que el avatar con el dinero desapareciera al minuto siguiente de que se le concediera el préstamo (previa "transacción" económica a otro avatar, claro). Y aunque no desapareciera, ¿si no paga, qué pasaría? ¿Le mandarían unos matones a romperle las piernas?

Derribos y demoliciones: En la vida real es un trabajo necesario, por el dicho que no se puede hacer una tortilla sin romper ningún huevo, pero aplicado a la construcción. En Second Life, sólo sería útil a los propietarios de terreno que no sepan donde está la tecla "Supr" de su teclado.

Misionero: Aunque debe haber de todo en esos mundos de Linden, el usuario típico de Second Life no está abierto a cambiar sus creencias religiosas (en el caso que tenga alguna). Esta profesión es útil para tener algunos nombres en reserva y cuando te topes con un misionero de alguna religión, le digas amablemente que no te interesa, pero que conoces a alguien que sí podría estar interesado (y le pasas el nombre de un conversor de infieles de otra religión distinta).

Meteorólogo: Total, para decir cada día: "en las próximas horas se espera el tiempo que quieran los autorizados a cambiarlo", como que no hace mucha falta, ¿no?

Médico: Pues eso, que cuando nuestro avatar se pone malito, que lo cure. ¡Ah! ¿Qué no puede ponerse malito? ¿Ni enferma nunca, ni necesita comer, ni pasa frío ni nada? ¡Uf! Que alivio...

Funeraria: Como lo anterior, pero más bestia. Pero quien sabe, quizás algún día se pongan de moda los suicidios de avatares y pase a ser un negocio floreciente.

martes, 12 de febrero de 2008

Fracasados

OPINIÓN
Fracasados.
Por: FanSL Oyen (emf010@concluencia.net)
Publicado en el diario SVD de Second Life, el 5/11/2007.

Hace unos días, al hablar sobre el diario donde trabajo en Second Life a un grupo de avatares, uno de ellos dijo de forma despectiva “ese diario durará cuatro días”. El tono en el que lo dijo (¡gracias “voice”!) estaba a mitad de camino entre lo que le decía la experiencia (era un avatar “veterano”) y, lo que era peor aún, un mal disimulado deseo que ocurriera así.

¿Y por qué alguien querría que a ese diario le fueran mal las cosas? Porque hay muchos fracasados resentidos que no pudieron o supieron titar adelante sus proyectos en Second Life, y les cuesta admitir que otros puedan lograr objetivos ambiciosos, cosa que ellos no pudieron.

Y es una auténtica lástima que personas que tuvieron una ilusión de hacer grandes cosas en Second Life, que puede ser desde montar un negocio de éxito, hasta intentar cambiar el mundo de diversas maneras, se vean ahora en ese estado. Vegetan por Second Life alimentando sus egos gracia a historias de amplias experiencias de fracasos, que cuentan con todo lujo de detalle a los novatos que quieran escucharles, con el único crédito de llevar más tiempo en Second Life que el que le está escuchando.

Pero en contraposición a ellos nos encontramos, menos mal, a un mayor número de personas que conservan la ilusión intacta, que disponen de una fuerte energía para hacer cosas, que no le tienen miedo al fracaso y que tienen como lema “Caer es una posibilidad. Volver a levantarse, es una obligación.”

El fracasado no es quien fracasa, sino quien se rinde. Second Life es un crisol de actividad, las posibilidades son increíbles. No hay límite a la imaginación. Sólo con ganas, con organización y con buen propósito, se puede lograr lo que quieras. Hay gente dispuesta a ayudarte. Si tienes un proyecto, si tienes una empresa, si tienes una meta, lucha por ella. La moderna Tierra de las Oportunidades está ahora mismo ante tus ojos.

¿Miedo al fracaso? ¡Ja! Estamos construyendo la prehistoria del meta-verso del futuro. Y, como alguien dijo, las grandes aventuras empiezan con un simple paso.

lunes, 4 de febrero de 2008

Amigos para siempre

OPINIÓN
Amigos para siempre.
Por: FanSL Oyen (emf010@concluencia.net)
Publicado en el diario SVD de Second Life, el 31/10/2007.

Ana vive en Sevilla, tiene 25 años, trabaja en su ayuntamiento y es una chica normal. Entró por primera vez en Second Life por curiosidad y no se enteró mucho. Pasó una semana hasta que entró por segunda vez, por probar de nuevo. En esa ocasión tuvo más suerte y conoció a Laura, una alicantina de 23 años que estudiaba arquitectura. Laura ya llevaba 3 semanas entrando casi cada día y ofreció su ayuda a Ana. Juntas descubrieron los más maravillosos lugares de Second Life. Siempre iban juntas. De compras se lo pasaban genial. Se divertían en los grupos españoles y bailaban sin parar en cualquier discoteca con buena música. Una gran amistad nació entre ellas. La media hora diaria pasó a las dos horas, y los fines de semana aún pasaban más tiempo juntas. Se dieron los messengers y alguna vez hablaron de verse en persona.

Un día, casi siete meses después de la primera vez que entró, Ana no encontró a Laura en Second Life. Al día siguiente tampoco, ni durante la semana que siguió, ni durante el mes siguiente. Tampoco se conectaba al Messenger. Nadie supo decirle nada sobre su desaparición. Ana siguió entrando en Second Life durante tres meses más, esperando volver a ver a su amiga allí o en el Messenger. Las últimas palabras de Laura, que escuchó por el voice, quedaron grabadas en su cabeza para el resto de su vida: “Venga, mañana a la misma hora”. Ana jamás volvió a saber nada de Laura.

En Second Life se pueden dar grandes amistades. Las relaciones entre personas consiguen ser más fuertes y estrechas que es un chat o foro normal. Es uno de los grandes atractivos de este mundo en 3D. Pero esta peculiaridad conlleva un gran riesgo. ¿Estás dispuesto a que te pase lo mismo que a Ana? Yo no.

Hay 2 formas de protegerse ante tal fatalidad. La primera es crearte un escudo emocional y no vincularte anímicamente demasiado a los demás. La segunda se trata de trasladar a la vida real tus amistades de Second Life (las auténticas), conociendo a la persona que hay detrás del avatar que ves en la pantalla.

También puedes no hacer nada y dejarte llevar, como lo hizo Ana. Quizás en tu caso tengas la suerte de no perder nunca un amigo para siempre.